¿Sabías que en pacientes que se encuentran en procesos oncológicos y están recibiendo tratamiento, se puede producir un síndrome llamado quimiocerebro o “chemo brain” en inglés?
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (https://blog.contraelcancer.es/chemo-brain/) , este efecto secundario se produce entre el 15 y el 50% de los pacientes en tratamiento con quimioterapia, y sus síntomas más habituales podrían resumirse en los siguientes:
- Problemas de memoria y dificultad para aprender nueva información
- Problemas para concentrarse o mantener la concentración mientras realizan una tarea
- Dificultad para encontrar la palabra deseada
- Dificultad para organizarse de manera eficiente
- Problemas para realizar varias tareas a la vez
En definitiva, se podría explicar como una reducción de la agudeza mental, que puede llegar a interferir con las actividades habituales de la persona, dificultándole su manejo en el día a día. Estas alteraciones pueden presentarse durante el tratamiento, y también después del mismo. En la mayor parte de casos, los síntomas desaparecen una vez finalizado, sin embargo, en otros casos parecen permanecer aunque el tratamiento termine.
Para los pacientes, puede suponer una situación estresante añadida a la propia enfermedad, y que viven con angustia. En algunos casos, ellos perciben estas alteraciones como muy notables, aunque para las personas de su entorno en ocasiones no lleguen a ser evidentes, e incluso a veces no se detecten déficits al realizar pruebas o test neuropsicológicos. De este modo, en ocasiones son solo quejas subjetivas de memoria y de mayores dificultades atencionales, aunque en otros casos, son alteraciones objetivables, que tanto la persona como los allegados detectan y que además quedan reflejadas al realizar una evaluación.
Parece ser que es más frecuente que se de en personas que han recibido altas dosis de quimioterapia, así como en aquellas en las que se combina el tratamiento de quimioterapia con la radiación. Según la Clinica Mayo (https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/chemo-brain/symptoms-causes/syc-20351060#:~:text=Quimiocerebro%20es%20un%20t%C3%A9rmino%20com%C3%BAn,el%20c%C3%A1ncer%20o%20disfunci%C3%B3n%20cognitiva.) otros de los factores que pueden propiciar este tipo de alteraciones son el tipo de cáncer (por ejemplo, es mas frecuente en personas que tengan tumores cerebrales), o en aquellos en los que se produzca metástasis que llegue al cerebro. Por otro lado, existen otros factores que parecen afectar de forma negativa, como por ejemplo tener una edad avanzada, los tratamientos hormonales, la menopausia, presentar otras enfermedades tales como la hipertensión arterial, trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o la depresión…
La pregunta que los estudios tratan de responder es hasta qué punto son realmente estos déficits causados puramente por los efectos neurotóxicos de los fármacos empleados o si estamos más bien ante una mezcla de todos los factores que entran en juego ante la enfermedad y el tratamiento (frecuentemente agresivo y con unas connotaciones que todos tenemos asociadas). Es decir, el cáncer puede afectar a la persona en distintas esferas (causando diversas alteraciones del estado de ánimo), supone una ruptura (al menos momentánea) con la vida normal del paciente, afectando en muchos casos en el terreno familiar, laboral, etc… Además, el mismo tratamiento puede provocar fatiga, insomnio, alteraciones en el apetito, y otra sintomatología que también puede repercutir de manera negativa en las funciones cognitivas del paciente. Por este motivo, se continúa realizando estudios en el área para dilucidar exactamente cuales son los mecanismos que se encuentran detrás de estos déficits, y así encontrar la mejor manera de abordarlos y minimizarlos.
La American Cancer Society (https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/efectos-secundarios-fisicos/cambios-psicoemocionales/quimiocerebro.html) recomienda como uno de los posibles tratamientos para el “quimiocerebro” la rehabilitación cognitiva, realizada por parte de un especialista como el neuropsicólogo. De esta manera, y adaptándose a las necesidades de cada paciente, se trabajan las funciones cognitivas, haciendo especial hincapié en aquellas en la que la persona está presentando más dificultades (frecuentemente en las áreas de memoria y atención), para conseguir un mejor rendimiento y una menor repercusión de estas alteraciones en la vida diaria. Además, se puede enseñar al paciente a utilizar algunas estrategias para minimizar estas dificultades y conseguir “paliar” los efectos que estos déficits generan. Otras de las recomendaciones para hacer frente a este problema se relacionan con un estilo de vida saludable y activo, como el ejercicio físico, la meditación, suficiente descanso, una dieta sana…
Si te encuentras en esta situación o conoces a alguien que este pasando por algo similar, no dudes en pedirnos más información acerca del programa memoriK Rehabilita, con el que te ayudaremos a mejorar estos problemas y a mantener tu cerebro en forma.
Alba Zamorano
Neuropsicóloga
